De entre todos los electrodomésticos que utilizamos de forma habitual en nuestro hogar, la lavadora es uno de los más importantes gracias al trabajo que nos ahorra a la hora de limpiar la ropa. Para conseguir el mejor resultado posible, es importante mantener el filtro siempre limpio. De esta forma se evita problemas como obstrucciones y malos olores.
No hay que olvidar que el filtro es el lugar donde se acumula la suciedad que se va desprendiendo de la ropa con el paso del tiempo. De ahí que sea importante limpiarlo al menos dos veces al año.
Desde la empresa Fersay, comparten algunos consejos prácticos para su limpieza y reemplazo del filtro.
Aquí están sus consejos más útiles para llevar a cabo este proceso:
- Localizar el filtro: en la mayoría de los casos, el filtro se encuentra en el embellecedor de la parte inferior de la lavadora. Utilizar un destornillador para quitar la tapa y acceder al filtro. Si se tiene una lavadora integrable, es posible que se necesite retirar el zócalo para realizar este proceso.
- Preparar un recipiente: colocar un recipiente debajo del filtro para recoger el agua acumulada y evitar posibles derrames.
- Retirar el filtro: girar el filtro hacia la izquierda con la mano hasta que salga. Durante este proceso, es probable que caiga agua sucia en el recipiente preparado.
- Limpieza del filtro: utilizar amoniaco o detergente y un cepillo de dientes para limpiar el filtro, prestando especial atención a las zonas de difícil acceso. Hay que asegurarse de eliminar cualquier residuo de suciedad acumulada.
- Reemplazo del filtro: si se ha llevado a cabo una limpieza adecuada y el filtro ha estado en uso durante 18 a 24 meses, es conveniente considerar su reemplazo para garantizar un funcionamiento óptimo de la lavadora. Para adquirir un filtro nuevo, buscar el modelo de lavadora y la marca en la puerta de la misma y visitar la web www.fersay.com. Seguir el mismo procedimiento para quitar el filtro antiguo y colocar el nuevo en su lugar.
Mantener el filtro de la lavadora limpio y reemplazarlo según sea necesario es crucial para asegurar un funcionamiento eficiente y prevenir averías por obstrucciones comunes. Además, alargar la vida útil de los electrodomésticos es una opción rentable y sostenible que contribuye al ahorro energético y evita accidentes domésticos.