En un espacio en el que la resistencia y durabilidad de sus componentes se convierte en factor estrictamente necesario para asegurarnos unos buenos resultados, estudiar nuestros movimientos y rutinas diarias a la hora de usarlos será sumamente indispensable. Y es que si hay estancia sometida a trasiego diario por parte de todos en casa, esa es la cocina. Así que como somos bien conscientes de ello y queremos ponértelo fácil a la hora de tomar decisiones para comenzar a darle forma a la tuya o practicar un cambio de una vez por todas, te hablamos de lo que has de tener en cuenta para elegir el grifo de la cocina. ¡Toma buena nota porque esto te interesa!
Lo primero al elegir el grifo de la cocina: ¿Dónde lo quieres colocar?
De las primeras preguntas que habrás de responderte a la hora de llevar a cabo la elección de grifos. Y es que de ello dependerá su diseño, uso, forma de colocación e instalación en cada uno de los casos. Los grifos encastrados en encimera son los más comúnmente utilizados, aunque los de pared también van ganando adeptos con el paso del tiempo.
Grifos de caño alto
Por proporcionar un amplio espacio libre en el fregadero, los grifos de caño alto son una apuesta estupenda a la hora de elegir el grifo de la cocina en tu casa. Resultan la mar de útiles a la hora de fregar y manipular objetos voluminosos. Además, los encontrarás disponibles en el mercado tanto para su instalación sobre encimera como mural. Sólo habrás de tener en cuenta que para contar con ellos encontrándose tu fregador situado bajo una ventana, ¡que ésta no sea abatible hacia el interior! Por lo demás son una apuesta tan cómoda como estética.
Con caño extraíble
Esta versión puede encontrarse tanto en grifos de caño alto como bajo. Eso si, únicamente en modalidades para colocar sobre encimera. Por contar con una «extensión» que ronda entre los 30 y los 50 centímetros según el caso, apostar por ellos nos permite llevar el agua a lugares que con el resto de modalidades resulta claramente impensable.
¿Y qué te parece el caño de muelle?
Estos grifos flexibles están inspirados en la grifería de las cocinas profesionales. El muelle que presentan nos permite moldearlos con facilidad, lo que los convierte en extremadamente cómodos de manejar. Otra cosa ya será si te encaja o no su diseño en la estética de tu cocina.
Grifos con caño horizontal
Pese a ser aptos para cualquier tipo de instalación, el caño bajo u horizontal en grifos de cocina tiene ciertas limitaciones. En concreto, habremos de tener bien presente que la manipulación de objetos voluminosos en su parte inferior resulta más bien complicada. Sin embargo, al elegir el grifo de la cocina también puede ser el modelo que nos salve de un apuro. Y es que si frente a nuestro fregador contamos con una ventaja abatible de apertura hacia el interior de la estancia, no habrá mejor versión de grifo con la que contar.
Encastrados sobre encimera
Dependiendo del formato y estilo del fregadero, así como de la forma de colocarlo y tus preferencias estéticas a la hora de lucir tanto éste como el propio grifo, encastrar el grifo de la cocina directamente en la encimera, es una alternativa tan elegante como a la última a la que no hay quien gane en elegancia. Gozarás de una estética muy depurada. Además, el encuentro entre los distintos materiales confiere al espacio un interés visual impactante. ¿Qué te parece cómo queda?
Encastrados sobre el propio fregadero
La versión más comúnmente empleada. Apuesta por ella sobre todo si el material con el que está conformada tu encimera no es todo lo resistente al agua que te gustaría.
Instalación del grifo en la pared
Aunque este tipo de instalación era muy empleada antiguamente, lo cierto es que en la actualidad cada vez es más complicado encontrarla. Sin embargo este tipo de instalación sigue siendo uno de los ideales para la decoración de cocinas clásicas, por lo que será precisamente en ellas donde tendremos la suerte de poder disfrutar de su presencia en la inmensa mayoría de los casos.
Tipo de apertura
Una vez tengas claro el lugar donde lo quieres colocar, así como el estilo y forma que va a presentar tu nuevo grifo, toca escoger el tipo de apertura con que te apetece contar: monomando o bimando. El monomando, como su propio nombre indica, consta de un único mando para regular el flujo y la temperatura del agua.
Por el contrario, el bimando cuenta con un mando encargado del flujo del agua fría, mientras que su compañero hará lo mismo con el de la salida del agua caliente. Será del juego y la combinación de ambos cuando disfrutemos de la temperatura que más cómoda nos resulte según el caso.
Como ves, elegir el grifo de tu cocina puede ser tarea sencilla si desde el principio tienes claros factores por el estilo, la forma de colocación y el tipo de grifo. ¿Apuestas ahora por el cambio en tu cocina?
