La decoración del cuarto de un niño puede llegar a agobiarnos, si nos obsesionamos con amueblarlo y decorarlo de golpe y de forma íntegra. Debemos ir paso a paso y con calma, comenzar por lo esencial e ir completando poco a poco y con tiempo los detalles, tenemos 9 meses para esperar la llegada al mundo del bebé y otros tantos durante los que no es imprescindible que la decoración de su cuarto esté totalmente completa, ya que el niño pasará sus primeros meses de vida en el dormitorio principal.
Es importante planificar y pensar antes de actuar, no debemos empezar a comprar compulsivamente y sin control todo aquello que nos guste, sino que debemos hacer un proyecto y adaptarnos de forma al menos aproximada a él, aunque siempre se puede modificar algún detalle sobre lo previsto, para organizar adecuadamente es necesario estar informado, hay una serie de pautas básicas que debemos tener en cuenta a la hora de decorar un cuarto de bebé o una habitación infantil.
Debemos elegir en primer lugar el mobiliario, una cuna, un armario, si es que no está empotrado y una cómoda o cajonera son los tres elementos esenciales, además del resto de accesorios para el bebé como por ejemplo el cambiador, a la hora de elegir el armario y la cómoda, debemos pensar en el futuro, que cuando cambiemos el dormitorio por uno para un niño más mayor nos sigan siendo útiles es importante.
La propuesta de la imagen es de San Giorgio, sencilla porque al principio no se necesita más, se nota un gran cambio en sus catálogos en las propuestas para cuartos infantiles en función de la edad, los cuartos de bebés deben estar desahogados, con mucho espacio libre y con los elementos decorativos más básicos, sin embargo a medida que el niño crece, irá requiriendo de más complementos y accesorios para satisfacer sus necesidades.
