El edredón nórdico ha supuesto una gran mejora a la hora de decorar con ropa de cama, nos permite variar con frecuencia el aspecto estético del dormitorio, es realmente confortable y estéticamente resulta ideal especialmente para espacios juveniles, además facilita enormemente la tarea de «hacer la cama» de modo que es mucho más fácil tener siempre el cuarto ordenado y permite incentivar a los adolescentes a que ellos mismos se ocupen de esa tarea que no les llevará apenas tiempo.
El conjunto de la imagen de este artículo podemos conseguirlo en Dafne Hogar&Decoración, funda nórdica, cojines y cortinas, todo a juego, es importante pensar que las cortinas no se van a modificar con tanta frecuencia, pero podemos cambiar la funda nórdica por otra por ejemplo de un color liso, que coincida con alguno de los de las franjas de las cortinas, consiguiendo así un aspecto radicalmente distinto.
El edredón tradicional nos obliga a mostrar todos los días el mismo aspecto del dormitorio, la funda nórdica es más versátil a nivel decorativo, independientemente de que además sea más cómoda, sólo tiene un inconveniente y es a la hora de plancharla y es que por sus dimensiones y por ser doble es un poco latoso, pero el esfuerzo se ve compensado por el resultado.
Lo fundamental es hacer la elección de los complementos textiles más perennes, cortinas, alfombras, cojines o tapizados de sillas o butacas y a continuación elegir al menos tres fundas nórdicas distintas entre sí pero capaces de encajar a la perfección con el ambiente de la estancia, es conveniente cambiarla una vez a la semana y ventilar bien a diario por una cuestión de higiene.
