A todos nos gustan los ambientes alfombrados, suponen un agregado a la decoración, además claro está que se adaptan a muchas tendencias de decoración. Hay muchas clases de alfombras y muchos estilos de adaptarlas al entorno de un salón, un comedor, un dormitorio, o un cuarto de estudio. Pero además de verse muy bien, las alfombras tienen sus ventajas.
Decorar con alfombras los ambientes del hogar, quizá nos parezca un gasto frente a nuestro deseo de tenerlas, pero hay algunas ventajas que hacen de la alfombra la elección perfecta a la hora de decorar. Las alfombras por sus materiales suponen una forma de material de calidad acústica que evita el eco y los sonidos lo que supone un atractivo a la hora de pensar en un ambiente relajado.
Las alfombras se pueden adquirir a nuestro gusto, en toda una variedad de colores, tonos del mismo color, texturas, y diseños que se acomodan a los gustos más clásicos o vanguardistas. Las hay «domésticas» especialmente pensadas para el hogar y las «industriales» que son para aquellos lugares donde hay constante presencia de personas en gran número. Teniendo toda una variedad de colores, texturas y diseños es fácil lograr, a partir de las alfombras una bonita decoración.
Además las alfombras a diferencia del piso cerámico o de la calidad que sea, resultan más cálidas, porque el material del que están fabricadas aísla del contacto con la fría loza o piso. Por ello resultan especialmente adecuadas en el hogar, en el salón donde solemos ver televisión por la noche o en los dormitorios para cuando queremos caminar sin tener que exponernos a pillar un resfrío. Especialmente beneficiosas donde hay niños.
Además las alfombras por su misma textura son más seguras que el piso convencional, ya que en ellas ocurren menores riesgos de caídas o resbalones, así que también una caída resulta menos fuerte en la alfombra que en cualquier otro piso. Ante estas ventajas las desventajas de su limpieza se tornan mínimas, y cuando se compra una alfombra de calidad, dura por mucho tiempo.