Todo el mundo sueña con ver cómo será el futuro, los avances tecnológicos que nos podremos encontrar y el tipo de decoración que se utilizará entonces. Pero en el fondo, la mayoría somos románticos que añoramos épocas pasadas. Para todas estas personas, la estética steampunk puede ser lo que anden buscando. Se trata de un movimiento en el que se fusiona la tecnología más extravagante con un atractivo estilo decimonónico. Para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando, os dejamos algunos ejemplos relacionados con esta temática.
Pasar un rato agradable
¿Quién no se sentiría parte de una realidad alternativa del siglo XIX sentado en este cómodo sillón de placas metálicas junto a este precioso aparador? Si a esto le añadimos una vieja maleta de viaje, una original mesita baúl y unas butacas mecánicas, tendremos un lugar donde no querremos salir.
Adornar con buen gusto
Dentro de la estética steampunk, los pequeños detalles tienen mucho de qué hablar. Este tipo de figuras son capaces de dotar de carisma cualquier habitación. Todo lo que se nos pase por la cabeza, lo podemos llevar a cabo.
Tener buena luz
La luz es un aspecto muy importante dentro del mundo de la decoración. Si quieres algo original, este tipo de lámparas será lo que necesites. Parecen haber salido de una nave diseñada por el gran Julio Verne.
Disfrutar de la tecnología
¿Qué mejor para darle a cualquier hogar un aspecto de ciencia ficción vintage que los propios objetos tecnológicos? Con ganas y suficiente creatividad, se pueden tunear ordenadores de sobremesa y portátiles de maneras tan sorprendentes como esta. Los instrumentos musicales con sintetizadores, los teléfonos y el hardware informático en general tampoco se quedan atrás.
Cuidar nuestra higiene
Tras un largo día de trabajo, nada como un buen baño relajante en una bonita bañera de latón. Aunque si queremos algo más sofisticado, siempre podemos jugar con montar una estructura formada por tuberías antiguas. Este tipo de elementos son perfectos para crear un baño retro.
Cocinar con gusto
En el caso de que te guste pasar el tiempo en la cocina, seguro que no te importará que esta parezca haber salido del interior de un zepelin de lujo. Puedes combinar las maravillas decorativas de estos ejemplos: mobiliario refinado con utensilios de latón colgantes, fregadero añejo con bellos relieves floreados, un pequeño sirviente automatizado para servir el vino, o una tetera mecánica conducida por un ratón aviador.
Nuestro rincón privado
A todo el mundo le gusta tener un lugar especial donde poder reunirse con amigos y familiares. Si añadimos un original escritorio en forma de baúl metálico, un ventilador que podría haber diseñado Tesla y una zapatera de tubos, tendremos una intimidad muy vaporizada.
Descansar al aire libre
Aunque pueda parecer raro, el jardín también es un buen lugar para poder aplicar las técnicas retrofuturistas. Un invernadero victoriano puede ser suficiente para darle un toque del siglo XIX.
Tener intimidad
No solo de objetos decorativos vive el aficionado al arte de adornar con engranajes. Resulta que las puertas, imprescindibles para nuestra privacidad, también pueden ser un elemento ornamental muy vistoso. Con puertas como estas, curvilíneas y con cierres mecánicos rudimentarios, te parecerá que vives en un barco volador pirata.
Después de ver estas fascinantes ideas de decoración, seguro que ahora tienes ganas de salir a la calle con un corsé de cuerdas cableadas, un monóculo digital y un bombín parcheado con engranajes. ¿A qué esperas? ¡Siempre es buen momento para echar vapor por las orejas!
Vía: Habitissimo