Conseguir una correcta iluminación en el hogar no sólo es una cuestión de estética, sino que es fundamental para desempeñar las tareas habituales en cada estancia manteniendo una buena salud visual. Muchas veces no damos a la iluminación la importancia que tiene, y sin embargo, de ella depende que veamos bien y que no obliguemos a los ojos a hacer esfuerzos extra que a la larga serían muy perjudiciales.
La iluminación general puede ser directa o indirecta, podemos elegir entre dirigir el flujo luminoso hacia el plano que queremos iluminar o proyectar el haz de luz hacia el techo o las paredes para que la luz rebote sobre estas superficies y se disperse. Hay que tener en cuenta que cuanto más blanca sea la superficie en que se refleje, mayor será el efecto reflectante de la luz. La iluminación puntual es la que dirige su haz luminoso en una dirección y se centra en un objeto o entorno determinados y nos permite conseguir las mejores condiciones visuales para las diferentes tareas que vayamos a realizar.
Cada estancia de la casa requiere una iluminación concreta según las tareas que en ella se realicen. En los dormitorios de niños, lo mejor es una iluminación general desde el centro de la habitación para que todo esté iluminado, debe ser capaz de iluminar adecuadamente el suelo, y las paredes, a fin de no dejar ningún rincón oscuro. Esta iluminación general se puede lograr con una lámpara de techo central o con una plataforma con tres o cuatro focos orientados. Los focos de las paredes orientados al techo pueden proporcionar también una iluminación general difusa.
Esta iluminación general estará apoyada con luces puntuales en las mesas, apliques de pared, pantallas, flexos… Para estudiar, las lámparas con luz fluorescente no cansan la vista. Para crear una zona de lectura podemos instalar lámparas individuales regulables en altura y orientables.
No debemos dejar encendidas lámparas de luz de incandescencia por las noches, la mejor solución para facilitar una iluminación tenue son pequeñas luces de neón colocadas en las tomas de corriente. Además los cuartos de los niños requieren un toque decorativo diferente al del resto de las habitaciones. Los motivos infantiles y los colores vivos decoran sus dormitorios, dándoles un carácter lúdico y divertido que no suele estar tan presente en otros lugares de la casa, por lo que debemos utilizar en la decoración lámparas desenfadadas que no desentonen con el resto del mobiliario. En IKEA podemos encontrar varios modelos de lámparas infantiles que cumplen todos estos requisitos y además a muy buen precio.