El salón comedor es el lugar de vida social del hogar, el esparcimiento, el intercambio y la socialización se dan en él. Debemos decorarlo de manera que de indicio a todo ello.
En muchos hogares esta parte de la casa permanece vacía, pocas veces en la estresada vida actual nos sentamos a disfrutar del salón comedor a disfrutar de la comida. A veces ni siquiera lo usamos y si lo hacemos comemos algo deprisa para comer algo rápido por la noche.
Los pisos actuales incluso no tienen salón comedor, la escasez de metros nos priva de esta parte tan especial de la casa.
Si queremos que nuestro salón comedor invita a la sociabilidad, podemos convertir su típica forma cuadrada o rectangular (incluso a veces en forma de L) ayudándonos de espejos, engañando la visualización.
Si es pequeño, no hay que recargarlo de muebles y objetos, todo esto reduce completamente el espacio.
Debemos conseguir que la movilidad sea posible en él, esto se consigue sin obstáculos, pero tampoco debemos pecar de espacios o rincones muertos.
Si por el contrario es espacioso, no debemos mezclar las zonas, cada lugar debe estar claramente definido, no olvidemos que su función real es salón y comedor. Para delimitar las zonas podemos jugar con la iluminación, los sitios más iluminados es donde debe haber más energía y los menos serán los más reservados.
Las alfombras atrapan la energía, la cultura oriental nos recomienda que en dos lugares en los que se escapan las energías como pueden ser una puerta y una ventana enfrentadas ha de colocarse una buena alfombra.
Fuente: mi casa revista