El estilo de decoración inglesa es muy clasista, se podría decir que es el rey del clasicismo.
Los muebles suelen ser de caoba, siempre robustos y distinguidos. Sus precios altos, incluso desorbitados, todos del mismo estilo y sobre todo duraderos.
Los sofás y butacas de piel (estilo Chester) de bajo tamaño, con mucha curva y tachas decorativas, lo que da un toque de elegancia y sobriedad, característica esencial de este estilo.
Las grandes alfombras no pueden faltar en el suelo. Las grandes librerías en las paredes, llenas de libros de elegantes tomos y pesados, de lujosas tapas y de temática histórica y poética.
Las lámparas de araña. Las mesitas con candelabros.
Para inclinarse hacia este estilo, hay que estar muy seguro de ello, pues los espacios han de ser muy amplios para este tipo de accesorios, ya que si no fuera así, resultaría muy recargado y demasiado sobrio.
Los amantes del estilo inglés, suelen ser distinguidos y elegantes. De ello deriva la elección de los colores, marrón, gris, verde oliva, blanco…colores pastel y cálidos, siempre en armonía.
Los complementos decorativos, al igual que hemos insinuado el estilo de los libros, pueden combinar muy bien con este estilo, los globos terráqueos, tableros de ajedrez (incluso con las fichas colocadas), plumas, portalápices, sellos de lacre, abrecartas…
Para poder conseguir elementos de este tipo, podemos acercarnos a las tiendas de antigüedades, en donde tendremos numerosos accesorios clásicos de este tipo.
La chimenea es otro adorno de estos hogares, normalmente de estilo cuadrado y con columnas.
Fuente: decora ilumina