Cuando hablamos de un muro cortina nos estamos refiriendo a una estructura que se coloca en las paredes exteriores, generalmente de los edificios. Cumplen una función estructural además de permitir regular las temperaturas interiores. Cuando el muro cortina está confeccionado en vidrio la luz natural puede ingresar con mayor facilidad en el edificios permitiendo un considerable ahorro en energía.
El uso de un muro cortina no implica un peso extra a la carga que ya tenga por sí el edificios está pensado para que pueda resistir las infiltraciones de agua y de aire. En la actualidad la mayoría de ellos son creados a partir de una estructura de aluminio, los primeros eran creados en base a acero.
El marco de aluminio se tiene que rellenar con el vidrio, permitiendo que el edificio tenga un estilo y estructura agradable, además de tener el beneficio de permitir el ingreso de la luz de día.
Si bien la mayoría son rellenados con vidrio algunos otros modelos incluyen piedra, paneles metálicos, persianas, ventanas que se abren con rejillas de ventilación.
Algunos modelos están pensados para abarcar varios pisos, en ellos se tuvo en cuenta para la creación los conceptos de contracción y expansión, además del movimiento que, por diferentes razones, pueden llegar a sufrir, lo mismo que la desviación del agua y poder brindar una correcta eficacia térmica para que, quienes habitan en su interior, cuentan con una calefacción y refrigeración rentables.
Cuando promediaba el siglo XIX los edificios eran construidos con paredes exteriores normalmente de mampostería, una estructura que soportaba toda la carga de la estructura, con el paso de los años se comenzó a usar el acero estructural y más tarde las columnas de hormigón armado, que podían soportar grandes cargas.
Actualmente las paredes exteriores no necesariamente son estructurales, por eso son más ligeras y más abiertas sin tener que soportar la misma carga que en el pasado. Actualmente es normal ver la fachada exterior y muro cortina de vidrio.
