Hoy en día, a la hora de elegir el suelo de nuestro hogar, nos podemos encontrar diferentes opciones como alternativa al tradicional suelo de barro o cerámica. Entre estas opciones nos encontramos los suelos de parquet, la tarifa flotante o los suelos laminados. Ahora bien, ¿sabemos en qué consiste cada uno de estos tipos de suelos? En muchos casos, los usuarios pensamos que son tipos de suelos similares, pero tienen importantes diferencias. Pasemos a explicar a continuación cada uno de estos materiales.
Parquet
Cuando hablamos de parquet nos estamos refiriendo a un suelo de madera natural que cuenta con una capa superior de un grosor mínimo de 2,5 milímetros. A su vez, el parquet lo podemos encontrar en dos formatos diferentes:
- Parquet macizo: Cuando está compuesto por una sola pieza de madera.
- Parquet multicapa: Esta formado por varias capas como pueden ser una o varias de barnizado, una capa de madera maciza, una capa de núcleo que puede ser de diferentes materiales y una base de chapa.
La diferencia entre uno y otro, además del precio, lo encontramos en que en el caso del macizo, se podrá acuchillar un mayor número de veces que en el caso del multicapa, donde este número dependerá del grosor de la capa superior de madera.
Tarima flotante
La tarima flotante es una de las opciones más utilizadas en la actualidad a la hora de colocar un suelo en cualquier tipo de vivienda. A decir verdad, más que un tipo de suelo es un tipo de instalación del parquet o de suelo laminado. Una de sus ventajas es que no requiere tener que hacer ningún tipo de obra, ya que la tarifa flotante no se fija al suelo, sino que se suele colocar sobre una estructura quedando flotando sobre el suelo, de ahí su nombre. Debido a que no está en contacto con el suelo, la tarima flotante suele ser un tipo de suelo que aísla muy bien el frío y el calor, creando una sensación de mayor confort.
Suelo laminado
Los suelos laminados, son un tipo que están formados por varias capas. Suelen dar sensación de que se trata de un suelo de madera, pero su composición es por medio de diferentes capas de materiales sintéticos. Habitualmente, se componen de una capa de fibra, una capa antihumedad, una capa de diseño y otra transparente que se encarga de ofrecer protección para evitar el desgaste del mismo.
Este tipo de revestimiento destaca por su resistencia a los golpes, manchas y rayaduras. A diferencia de los tipos anteriores, no puede ser lijado ni barnizado. Agua y jabón es suficiente para su mantenimiento.
Parqué, tarima flotante o suelo laminado: ¿cuál elegir?
Una vez que hemos conocido en qué consiste cada uno de los tipos de suelos, la pregunta que nos puede surgir es cuál de las tres opciones es la mejor. La respuesta a esta pregunta la debemos buscar en nuestros gustos y las necesidades que podamos tener.
Si lo que buscamos es un suelo bonito, el parquet sería la mejor de las opciones ya que cuenta con la belleza que aporta la madera, capaz de ofrecer un aspecto único. Esta opción es ideal para aquellos casos donde se busque dar un toque personal.
En el caso de buscar algo más económico, pero sin renunciar a la belleza y calidez de la madera, la tarima flotante sería la opción ideal. Gracias a ella se conseguirá crear un ambiente más confortable y cálido. Puede ser una buena opción cuando hay niños en casa.
Por el contrario, si lo que buscamos es un suelo resistente y que no requiera de mucho mantenimiento, el suelo laminado sería el tipo de suelo adecuado.