Las paredes de ladrillo son una buena manera de decorar los diferentes ambientes, tienen la ventaja de no pasar de moda, pero para mantener su estado es necesario tener ciertos cuidados. En este artículo te brindaremos algunos consejos para que puedan lucir impecables a lo largo del tiempo.
Estas paredes no son difíciles de limpiar, pero hacerlo requiere de cierto tiempo. Para hacerlo más rápido se puede usar una hidrolavadora o un limpiador de agua a presión. Estas máquinas se pueden comprar o alquilar en diferentes tiendas de herramientas.
La presión del agua dejará las paredes como nuevas, pero este tratamiento no es el mejor para ambientes interiores o habitaciones, ya que se generará una gran cantidad de agua y para no estropear nada se tienen que proteger todas las superficies.
Si el piso es de alfombra o madera no puedes usar este método de limpieza, lo mismo que si las paredes se encuentran en malas condiciones.
Otra alternativa es limpiarlas usando un cepillo y agua, no debes emplear limpiadores especiales. Lo único que tienes que tener es paciencia ya que se deberá frotar pequeñas zonas con movimientos circulares, así podrás quitar las capas de polvo y suciedad. Si luego del lavado notas que quedaron zonas oscuras o con una capa de polvo puedes agregar al agua una o dos gotas de jabón para lavar platos. Después de realizar la limpieza los ladrillos deberán secar bien.
Un producto que se puede usar para la limpieza de las paredes de ladrillo es el jabón y la sal. Mezcla una medida de jabón de platos con una medida de sal fina de mesa. Mezcla hasta obtener una pasta y agrega agua hasta que la pasta se vuelva cremosa. Aplica la preparación en la pared ayudándote con un trapo y dejando reposar unos 10 minutos. Luego pasa un cepillo para limpiar la superficie y agua para lavarla.
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