El verde es uno de los colores más intensos y sugerentes, y que mayor juego da al combinarlo con otros colores y materiales (especialmente las maderas). Sin embargo, el verde es tan versátil, y tan amplio su campo de sugerencias que bien lo podemos utilizar para toda una habitación.
Este ambiente, un departamento de Estocolmo, obra de los arquitectos suecos Tham & Videgård Hansson, es una muestra elocuente al respecto.
Un suave esmeralda en la parte superior y puertas y ventanas; un esmeralda más profundo bajo a guisa de zócalo alto, dividiendo el ambiente y abriendo el juego simétrico que va a repetirse en los detalles sobre paredes y piso.
El piso está cubierto por madera pintada en tonos de verde. Los motivos geométricos, que toman irregularmente las paredes, a pesar del rigor de su trazo, se suavizan con el uso de los dos tonos de verde que predominan en techo y paredes. La inclusión de un tercer tono de verde, en una gama intermedia, enriquece el conjunto, y multiplica ilusoriamente los tonos existentes, con lo que no sólo pareciera que la habitación está llena de colorido; además, se crea un efecto cinético, y el espacio tiene la riqueza de un follaje vivo, en movimiento.
Una idea para considerar la próxima vez que pintes una habitación, y decidas entrar de lleno en el verde.