El gusto de los habitantes del mundo occidental por las costumbres y usos orientales está muy extendido, la filosofía y la forma de vida de las culturas de uno y otro lado del planeta es muy distinta y aunque todo tiene pros y contras la forma que tienen en Oriente de decorar, de crear espacios, atmósferas y ambientes es buena objetivamente, doctrinas como el Feng Shui que fomentan los buenos hábitos de orden y limpieza y de búsqueda de bienestar y confort, seguidas en su justa medida y sin obsesiones no pueden ser malas.
Con todo es necesario adaptar las tradiciones orientales a la forma de vida de occidente y a las necesidades de nuestra sociedad actual, se trata de conjugar su estilo y el nuestro para conseguir un resultado idóneo, el enriquecimiento no consiste en optar por lo de otros, sino en combinar lo de otros con lo nuestro, coger lo mejor de cada estilo y optimizar así la decoración de los espacios.
Entre las pautas orientales más acertadas, está la búsqueda del orden y equilibrio, ellos prescinden de accesorios innecesarios, eligen pocos adornos pero con una selección cuidada y acertada, muchas veces en casa tenemos muchos elementos prescindibles que no hacen más que estorbar, también eligen bien los colores combinan no demasiados tonos pero si incluyen desde blanco, hasta negro y también algún tono alegre en particular el rojo y lo de su paleta.
La propuesta de la imagen corresponde a un ambiente del catálogo de Moroso, la estética es claramente oriental, pero si viésemos ese mismo sofá con otro entorno resultaría occidental, es decir, combina el diseño de mobiliario de Occidente, con la forma de componer y coordinar que tienen en Oriente, ya que los muebles nos gustan con multifuncionalidad, prestaciones y comodidades y para eso preferimos diseños caprichosos y con varias opciones y posibilidades, pero al ambiente es más agradable decorado y acondicionado de un modo suave y sencillo.