Hemos hablado ya en varias ocasiones de que la llegada de un bebé a casa supone una gran cantidad de cambios muy importantes en la familia. Entre ellos, hay que hacer nuevas remodelaciones en la distribución y la decoración de la casa, y es que un bebé necesita su espacio y su habitación. Aunque en muchos casos se opta por colocar la cuna en la misma habitación de los padres, también son muchas las parejas que deciden destinar una habitación de la casa para el bebé, la que después será suya cuando crezca, y decorarla ya para la llegada del pequeño.
Comentábamos hace algunos post cómo decorar la habitación del bebé, pero hay una idea que he encontrado que me ha parecido interesante y que puede ser una buena opción para los que no quieren recurrir a los típicos colores pastel, rosas y azules, para la decoración.
La verdad es que la idea me ha encantado. Se trata de optar por la combinación entre el blanco y el negro, dando prioridad al primero, mucho más ligero para una habitación de bebé, y dando cabida al negro en pequeños detalles como las puertas de los armarios pequeños o la alfombra, combinada con rayas en blanco y negro.
Lo cierto es que el resultado es una habitación original y que queda muy bien, perfecta para crear un ambiente acogedor para el pequeño, en el que pueda sentirse cómodo y a gusto y que además, tiene mucho estilo. Sin duda, una demostración más de la gran cantidad de opciones que hay a la hora de decorar las habitaciones de los bebés, que no tienen por qué ceñirse únicamente a los colores clásicos de toda la vida.
¿Qué te parece la idea?
Vía| Apartment Therapy