Cada día es más habitual concebir las estancia como un lugar flexible y dinámico, donde encontrar elementos que ayuden a crear un espacio más confortable y funcional, pero sin olvidarse de la estética. Para conseguir este objetivo, la elección del mobiliario y demás elementos que formarán parte de ella es crucial, pero también el color que se aplicará a cada uno de esos elementos. No hay que olvidar que cada tonalidad se encarga de transmitir una sensación diferente, por lo que su elección es parte importante para crear ese espacio tan buscado.
Una de las apuestas de Actiu, marca referente en diseño y fabricación sostenible de espacios de trabajo, hospitality y home office, es precisamente la de crear entornos amables, flexibles, cómodos y saludables a través de un concepto de diseño global, centrado en la persona y en sus distintas necesidades del día a día. Para ello, el color juega un papel fundamental en cada una de sus piezas, todas ellas disponibles en varias tonalidades y diferentes tejidos que se adaptan a cada persona, momento y estancia.
Colores neutros
Los colores neutros, los universales blancos y negros, e incluso marrones o grises, transmiten calma, pero sobre todo elegancia, sofisticación y sobriedad.
Se trata de una apuesta segura que encaja en cualquier estancia y que en el caso del blanco aporta claridad y frescura actuando como telón de fondo de cualquier otro elemento que lo complemente. Pasa lo mismo cuando lo empleamos en elementos que se repiten en un mismo espacio, como son sillas, mesas o taburetes, en el que su uso es colectivo y para diversas acciones, son colores clave y con los que nunca renunciarás al diseño. El negro por su parte aporta carácter a cualquier espacio donde lo sitúas, además de enfocar el espacio a la concentración. Ideal para salas de reuniones o espacios destinados a directivos.
Tonos tierra
Sin duda, una de las tendencias de los últimos tiempos. Los tonos tierra también conocidos como naturales son solo una de las pistas de que la conexión con el medio ambiente y la naturaleza está más presente que nunca. Beige, marrones o terracota son tonos que nos ayudan a conectar con nosotros mismos, a relajarnos y a ofrecer la máxima sensación de bienestar y confort. A nivel decorativo, al igual que ocurre con los neutros, resulta fácilmente combinable con otros tonos más llamativos por lo que su presencia resulta agradable en cualquier espacio. Suelen adaptarse con facilidad a espacios de relax en grupo o zonas colaborativas más informales.
Colores cálidos
Los tonos cálidos, que van desde el rojo al amarillo provocan un efecto estimulante y sensaciones intensas, favoreciendo el optimismo y las buenas vibraciones.
Estos colores hacen que las estancias sean más activas y dinámicas. Además, marcan personalidad y un valor diferencial al espacio. Zonas de formación y zonas donde crear son ideales para este tipo de colores
Sus tonos más oscuros son idóneos para estancias grandes y luminosas debido a su sensación de recogimiento.
Colores fríos
Por su parte los colores fríos, entre los que destaca el azul y sus variaciones transmiten relajación y reposo y son perfectos para ampliar espacios pequeños, especialmente en sus tonos más claros, ofreciendo el efecto contrario a los tonos cálidos. Además, estos tonos se asocian con la limpieza y la pureza, que combinados con colores cálidos como el rojo o el amarillo aportan personalidad y un espíritu vivo y alegre al espacio.
Pero no solo los colores suponen una parte fundamental, las texturas o los tejidos también. Aportan estética y confort y dan protagonismo al tacto. Así es como Actiu, siempre con la influencia mediterránea de sus raíces presente en cada elemento, pone el foco en esta parte del proceso. En búsqueda de la excelencia a través de una visión futura en la que la calidad y la sostenibilidad prime en cada pieza, la marca refuerza este papel a través de materiales como el de sus alfombras 100% PET o tejidos como Felicity elaborados a partir de botellas de plástico recicladas presentes en sillas como Noom o Trim. De igual forma